martes, marzo 07, 2006

La mojana

El agua se mantenia tranquila, mientras ella flotaba en la superficie, el desd eun bote la veia, en sus ojos se reflejaba la luna, movia los labios y por lo bajo susurraba, el no intentaba esucharla sabia de memoria lo que estaba diciendo, siempre lo hacia todas las noches, un ritual tal vez el que le daba esa belleza lunar que solo ella tenia, sus cabellos se extendian al rededor de su rostro enmarcandola como a un sol, su piel blanca perla relucia por la luz de las estrellas, el suspiro con la esperanza de que ella notara su precencia pero era en vano, ella estaba en su mundo, todas las noches como siempre, viabaja a donde el no sabia, de lo que estaba seguro era que estaba muy lejos y era placentero, porque ella sonreia dejando al descubierto sus hermosos dientes, todos en linea, perlas de un collar que no podre tener, cubiertos por dos delgados labios color cereza.

Ella se sumergio en las aguas oscuras y el tuvo panico de que algun elemental de agua se la hubiera robado, pero se relajo cuando vio salir una de sus manos de porcelana, delicadas, suaves y delgadas, se incorporo para remar cerca de ella y tomar esa mano y asi poder llevarsela, pero se contuvo cuando ella saco el rostro, riendo como siempre, que le susurarria el agua para hacerla sonreir asi? se paso su mano por el rostro para retirarse los cabellos de la cara y el deseo con toda su alma ser ese rostro para sentirla, tan suya aunque solo fueran unos segundos.

Ella volvio a sumergirse, siempre dentro de el reflejo de la luna pero ahora dejaba sus piernas afuera que haciendo movimientos trazaban dibujos sobre el pesado aire de una noche de verano, humedo y sofocante, las piernas eran largas y bien formadas no eran robustas pero tampoco delgadas, eran como a el le gustaban perfectas, el suspiro mas fuerte y ella volvio a sumergirse, para luego salir el agua corria por su cuerpo emarcando sus curvas con gotas brillantes, un busto redondo se debaja ver a traves del vestido trasnparente, eran medianos pero que importaba, no golgaban parecia que la gravedad no les afectaram, sus pezones apuntando hacia el, cruzo la pierna y ella salio un poco mas, dejando ver todo su cuerpo, cuerpo de mujer, no era perfecto, no era plano, tampoco redondo, era como a el le gustaba, como decia su padre: "Debes fijarte que haya algo de donde agarrar, porque en esta vida para chupar mucho hueso estamos, pero para comer carne muy pocos privilegiados se dan eso, para que llevar el hueso a la cama cuando podrias llevarte carne" el penso que era desagradable, seguro que si le decia eso, ella huiria, su musa correria lejos de el y lo dejaria solo en sus noches como pescador.

Ella lanzo agua al aire, jugando con ella, en un gesto infantil pero tierno, y las entrañas se le retorcieron, queria abrazarla, sus brazos aferraron los remos, queria tenerla en sus brazos, mas cerca, queria tocarla, mas remo, queria sentirla, ahora estaba en frente de ella, sus ojos lunares se posaron en el, ella le sonrio, queria besarla, ella lo llamo con su mano, queria hacerla suya, el entro al agua, queria amarla, ella lo abrazo, queria besarla...

-porque te has demorado tanto?- le dijo y lo abrazo, ambos se sumergieron.

Al dia siguiente hallaron su cuerpo, estaba junto a la orilla, el pobre pescador habia muerto ahogado, en una noche donde no habia tormenta, decian los periodicos, pero su padre que al ver el cadaver con una sonrisa de puro placer y con una expresion en el rostro de felicidad, supor que ella se lo habia llevado, su hijo habia sido otra victima de La Mojana, la de los ojos de Luna

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