El escape

El sonido del tambor los desperto, jusnto toda la noche consunamdo su amor prohibido, la beso en las espalda antes de ponerse de pie y asomarse a la ventana, los tambores aumentaron, venian por ellos, la llamo dulcemente para que despertara.
-Nos han eocntrado tenemos que partir-
Ella asintio y se levanto, ambos en la ventana como Dios los habia traido el mundo, se tomaron de la mano y sin pensarlo, como todos los amaneceres suyo, se lanzaron por ella, y cuando los rayos de sol tocaron sus pieles color aceitunas ambos se convirtieron en golondrinas y se echaron a volar, a buscar otro nido de amor, donde no lo pudieran encontrar.