viernes, abril 27, 2007

Eco en el vacio

El vacio estaba alli justo delante de sus ojos, el paisaje era hermoso, al fondo la ciudad ba;ada en una dorada luz decembrina, rascacielos brillantes emarcan el cielo y a lo lejos una sirena tal vez policia, tal vez una ambulancia rompe el silencio.

Su cabello alborotado revolotea sobre su rostro jugueteando con la brisa, respira profundo y sonrie, el viento le trae recuerdos: tabaco, diesel y azucar, olores de su isla, su paraiso perdido en medio del caribe, donde juro que no volveria para conservarla como unico recuerdo de su idilio juvenil cuando la muerte golpeara su puerta.

Extendio su mano, desde su punto de vista podia aplastar a el mundo como un antiguo Dios griego, ni;os,viejos,hombres y mujeres hechos pure de humanidad solo con una palmada, entonces ellos desaparecen dejando una estela de silencio, solo silencio, suspiro profundo ante tan pacifico pensamiento y el eco de su cabeza se hizo mas fuerte.

Salta, salta, salta....

Trago en seco pensando, mientras le decia al eco que pensarlo era mas facil que hacerlo, cerro los ojos para armarse de valor y el eco hablo de nuevo.

Cuanto demoraras en llegar a el piso? moriras antes o con el impacto? llegaras completo a la tierra?

Entonces una imagen aparece en su cabeza, como una horrosa vision del futuro, su madre abrazando su cuerpo destrozado por el impacto, cubierta de sangre repite y una otra vez su nombre, mientras un llanto desgarrandor emerge de su alma, atrayendo a los trausentes que des detienen movidos por el morbo de ver un muerto, ninguno conmovido, nienguno sientiendo el doplor, ninguno ayudando a su madre, que ahora besa su cara como si de ellos dependiera la vida de su hijo.

-Quien es el?-alguien pregunta
-Pobre se;ora-dice otro.


Pero nadie se detiene a ayudarla, nacimos solos, viviremos solos y nuestros seres queridos viviran la pena solos.

La voz de su madre se alza por sobre la multitud como un ultimo esfuerzo de clemencia -mi hijo, hijos mio, ven a mi, por favor mi ni;o no te conviertas en recuerdo de un pasado feliz se la vida de un momento presente- su madre toca su rostro mientras las lagrimas de ella lo limpian de la sange.

Y entonces es ese tacto calido y amoroso el que lo trae de nuevo al techo del edificio, sonrie amargamente y dando un paso alfrente como soldado en formacion se despide de este mundo otro saco mas de huesos.

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